Se trata de un procedimiento que se realiza con anestesia local. En este proceso, se extraen unidades foliculares de una zona no afectada por la alopecia, como la nuca, para luego trasplantarlas a otras áreas donde se busca recuperar cabello, como las entradas, la línea frontal o la coronilla, que han sufrido una pérdida de cabello.

La duración del procedimiento de injerto capilar puede variar según varios factores, incluyendo la técnica utilizada, el tamaño de la zona a tratar y la cantidad de folículos pilosos que se van a trasplantar. En general, los procedimientos de injerto capilar pueden tomar desde unas pocas horas hasta todo un día.

El cabello utilizado en un procedimiento de injerto capilar se obtiene típicamente de la «zona donante» del propio paciente. Esta zona es una área de la cabeza que generalmente no se ve afectada por la pérdida de cabello debido a su resistencia a la calvicie.

No existe un riesgo significativo de rechazo del cabello injertado en un procedimiento de injerto capilar porque el cabello injertado proviene del propio paciente. Los folículos pilosos trasplantados se extraen de la «zona donante» del cuero cabelludo del paciente, que es resistente a la pérdida de cabello.